Sabemos que el calentamiento global está destrozando poco a poco el hábitat de los animales, que la contaminación va en aumento y que la energía que gastamos es excesiva. También sabemos que estos problemas del medio ambiente son responsabilidad nuestra, y que está en nuestras manos corregir los errores y reparar el daño hecho, no completamente porque es imposible pero sí mediante pequeños cambios en nuestro estilo de vida que logren preservar lo que queda de la Tierra.
Es muy sencillo creer erróneamente que cada uno de nosotros de manera individual no puede reparar este gran problema, pero si todos ponemos un poco de nuestra parte el resultado será visible.
Entonces, ¿qué puedo hacer yo para ayudar a los animales, para preservar ese color verde tan lleno de vida de los árboles, para limpiar el aire que respiro? Hay ciertas modificaciones que podemos hacer de nuestro comportamiento que siempre van a ayudar a nuestro entorno. Repasamos brevemente el tipo de gastos que siempre podemos reducir.
Para movernos
Optaremos por el transporte público en vez del privado, salvo que estemos aprovechando al máximo nuestro vehículo cuando en él viajan toda la familia o varios amigos.
Desde casa
Separaremos toda la basura antes de tirarla al contenedor de reciclaje, reutilizaremos materiales en vez de tirarlos y comprar otros, utilizaremos nuestros electrodomésticos de manera moderada y siempre los desenchufaremos. Gastaremos sólo el agua imprescindible, utilizaremos energías alternativas, regaremos los jardines con menos frecuencia y en cambio impulsaremos el sistema por goteo.
Nuestros valores
Respetaremos las plantas y los animales con los que compartimos el planeta y daremos prioridad a la conservación de los espacios verdes en vez de utilizarlos para avances tecnológicos.
En vez de utilizar fertilizantes y plaguicidas químicos, optaremos por los de origen natural. Nuestro gasto en petróleo y carbón se verá drásticamente reducido, y en cambio optaremos por las energías renovables y limpias.
IMAGEN: jortegui