Pamplona ha logrado reducir el impacto de 5.500 toneladas de CO2 que no se han emitido a la atmósfera gracias al cambio de hábitos de consumo, de transporte y de vida de 1.000 ciudadanos y empresas durante 12 meses. La ciudad decidió acogerse a la campaña «Compromiso» en 2009, una campaña enmarcada dentro del proyecto europeo ‘Engage’, en el que participan 12 ciudades de 12 países y cuyo objetivo es implicar a los ciudadanos para que cambien sus hábitos y así reducir las emisiones de CO2.
El millar de personas y entidades participantes se comprometieron públicamente a favor de la sostenibilidad a través de 450 carteles (que el Ayuntamiento de Pamplona ha difundido a través de su página web, en mupis, edificios públicos, exposiciones, etc), en los que se recogen compromisos concretos de la ciudadanía como «Nos comprometemos a ir a pie o en bicicleta en las distancias cortas» o «nuestra madre se compromete a enseñarnos a respetar el medio ambiente».
De esos 1.000 ciudadanos y entidades comprometidas que han conseguido no emitir 5.500 toneladas de CO2, se han evaluado de forma pormenorizada a 54, analizando su consumo de electricidad, agua caliente, calefacción, utilización del transporte público y privado así como vuelos en avión, y hábitos de consumo y alimentación. De media, redujeron sus consumos un 9% (0,6 toneladas menos per capita) en un año. De este estudio se deduce que el transporte privado (27%) y el aéreo (23%) son los sectores que más contribuyen a las emisiones, suponen el 50% del total.
También se han evaluado los compromisos de reducción de CO2 de cuatro empresas y entidades: Volkswagen Navarra (se comprometió a transportar más coches por tren y menos por carretera), Thompson-Reuters Aranzadi (compromiso con la eficiencia energética en sus instalaciones), UNICEF Comité-Navarra (educación ambiental a través de la Semana de la Infancia) y el equipo de fútbol sala Triman (han evitado 7 toneladas compartiendo coche para ir a los entrenamientos). Según sus cifras, entre todas consiguieron no emitir 522 toneladas de CO2 a la atmósfera, gracias a su cambio de hábitos.
Si la ciudadanía pamplonesa no hubiera cumplido sus compromisos para neutralizar la cifra final de emisiones, habría sido necesario plantar 611.000 árboles.
Foto de Javier Suárez Gómez