La pobreza es una realidad que sabemos que existe, incluso viviendo en una burbuja donde nuestros problemas se basan en buscar un mejor trabajo o en el tiempo de espera en el metro. Todos tenemos problemas, pero siempre debemos acordarnos de quienes lo están pasando peor que nosotros y por ese motivo cada 17 de octubre es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
17 de octubre
La Asamblea General de las Naciones Unidas se propuso para el 2015 la reducción en un 50 por ciento de las personas que viven en situación de extrema pobreza, y por este motivo cada día 17 de octubre se reflexiona sobre la situación con un tema diferente. Para este año 2013 el tema elegido es: ‘Trabajar juntos por un mundo sin discriminación: aprovechar la experiencia y los conocimientos de las personas que viven en la pobreza extrema’.
Ecología y pobreza
Podemos pensar en la ecología y en la pobreza como dos temas separados, pero están más conectados de lo que creemos. José Ignacio García Jiménez, economista y teólogo, encuentra la conexión. Recuerda que las sequías y los desastres ecológicos producidos por el cambio climático han llevado a 40 millones de personas a dejar su casa, convirtiéndose en ‘refugiados medioambientales’. La situación es seria, pues los recursos naturales de los países pobres llegan a manos de los más ricos, quienes explotan sus bosques y minerales a cambio de la contaminación del suelo y de las aguas, y los trabajos injustos y mal remunerados.
Toda acción tiene una consecuencia. A medida que la legislación ecológica se impone, se penaliza a la empresa que contamina con su actividad y por lo tanto resulta más caro ‘hacer las cosas bien’. La legislación y el trabajo ecológico son fundamentales para controlar la actividad de las empresas y reducir la mala práctica.
FUENTES: Vidimus Dominum, Mis experimentos con la verdad.
IMAGEN: Chiot’s Run