Es posible extraer biogás y fertilizante orgánico de la digestión anaeróbica (en ausencia de oxígeno) de las bacterias que viven en el estiércol mediante un biodigestor. El biogás que se obtiene por un biodigestor puede utilizarse como combustible en cocinas o incluso para iluminación. Por otra parte, el fertilizante que se extrae en este proceso -denominado biól- es un fertilizante orgánico, rico en nitrógeno, potasio y fósforo, por lo que perfecciona el rendimiento productivo de las cosechas.

Convierte el estiércol en biogás y en fertilizante orgánico

Cómo funciona el biodigestor

En el interior de los biodigestores tiene lugar la digestión anaeróbica. Esto sucede cuando las bacterias descomponen, en ausencia de oxígeno, contenido biodegradable como los excrementos animales. En ese proceso, el biodigestor libera varios gases, entre ellos dióxido de carbono y metano, que son los más importantes en esta tarea. El tiempo que dura este proceso depende de factores como la temperatura o el PH del material biodegradable. Para controlar los posibles riesgos de explosión, el sistema de funcionamiento del biodigestor dispone de una válvula de seguridad que asegura que la presión del biogás en su interior no supere los límites adecuados. También cuenta con un espacio para almacenar el biogás.

Energía ecológica y económica

Las ventajas del biodigestor son numerosas. Además de generar energía, contribuye a la protección ambiental puesto que reduce significativamente la cantidad de residuos contaminantes incontrolados. Produce un abono rico para la tierra y no es necesario hacer un tratamiento previo de los residuos antes de introducirlos en el biodigestor. Permite aprovechar los excrementos, evitan problemas de contaminación de aguas, pestilencias o vivero de insectos y controlan los microorganismos capaces de generar enfermedades. El mantenimiento y el uso son sencillos y el coste no es elevado, de hecho, la Fundación Energizar de Argentina está desarrollando un biodisgestor familiar que se fabrica con silo bolsas (de bajo coste), de instalación y mantenimiento sencillo y que utilizan además materiales locales para su construcción.

En países del sureste asiático se han implementado abundantemente biodigestores familiares de bajo costo. En Sudámerica están desarrollando esta tecnología Cuba, Colombia, Brasil, Perú y Argentina. Aunque no son tan numerosos también hay ejemplos en diferentes países de Europa.

Foto de actcolombia

Un comentario

  1. Interesante artículo, sin duda utilizar restos organicos para elaborar nuestro propio fertilizante produce beneficios tanto para nuestra economía como para el medio ambiente. Por si resulta útil, dejo un enlace a un artículo que leí ayer buscando más información sobre este tema, donde proponen una forma casera de fabricar abono líquido, podeis encontrarlo aquí

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