Nuestra salud y bienestar depende en buena parte de las condiciones del entorno donde vivimos. Y éstas no pueden ser buenas si la tierra se calienta y continúa aumentando la temperatura del planeta. Nuevos informes estadounidenses afirman que 2012 está entre los diez años más calurosos desde que existen registros.
Dos organizaciones estadounidenses (la agencia espacial de Estados Unidos -NASA- y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica –NOAA-) emitieron dos informes sobre las temperaturas mundiales de 2012. En uno de ellos, la NASA considera que el 2012 fue el noveno año más caluroso desde que se comenzaron a guardar registros, en 1880, mientras que la NOAA afirmaba que el año pasado fue el décimo más cálido. Días anteriores a la publicación de estos informes, 2012 ya fue declarado como el año más cálido en el Estados Unidos continental.
Y es que la temperatura global de la superficie en 2012, incluidos el mar y la tierra, fue 0,56 grados centígrados superior a la del promedio entre 1951-1980. Eso hizo aumentar las temperaturas máximas extremas durante el año pasado.
¿Cómo evitar la amenaza del calentamiento global?
- Transporte. Reducir el transporte individual y promocionar los colectivos.
- Casas. Construirlas con materiales aislantes térmicos para que el gasto de calefacción y aire acondicionado sea menor. A través de las ventanas y puertas se escapa un 10% del calor del hogar.
- Energía doméstica. Comprar electrodomésticos de etiqueta energética y apagar los aparatos completamente (tenerlos en modo standby consume).
- Residuos. Favorecer la separación de basuras y un reciclaje correcto.
- Materiales. Reutilizarlos siempre que sea posible y evitar usar bolsas de plástico y otro tipo de embalajes.
- Agua. Reducir su consumo en la medida de lo posible (apagar grifos, colocar botellas en las cisternas, etc). Minimizar el riego de jardines y promocionar el sistema por goteo.
- Naturaleza. Respetar los espacios protegidos y minimizar el impacto en zonas naturales.
- Energías alternativas. Darles más valor y estar dispuestos a financiarlas. Aunque al principio resulten más caras, si se invierte en ellas, serán rentables.
- Educar y concienciar a niños y mayores, también en zonas subdesarrolladas, en el valor de los bienes que nos ofrecen los ecosistemas.
- Compromiso de los poderes públicos. Exigir a las Administraciones Públicas la elaboración de planes de conservación medioambiental, asignándoles recursos, así como una gestión responsable y sostenible a largo plazo de los recursos naturales.
Foto de Jumanji Solar