Cada año la IUCN, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, elabora la llamada lista roja de las especies amenazadas, la cual es un inventario sobre el estado de conservación de plantas y animales a nivel mundial. Lleva realizándose desde hace casi 50 años, y su principal objetivo es catalogar las especies en función de su estado de conservación y su riesgo de extinción, con el fin de poder proteger aquellas que se encuentran en un estado de conservación peor.

La lista roja de las especies amenazadas

Para ello, se clasifican las distintas especies en uno de los siguientes nueve estados de conservación: extinta (EX) cuando no hay ninguna duda de que el último individuo de la especie ha muerto; extinta en estado silvestre (EW) cuando sólo sobrevive en cautividad o en la naturaleza pero fuera de su distribución natural; en peligro crítico (CR) cuando existe un riesgo extremadamente alto de extinción en un futuro inmediato; en peligro (EN) cuando existe un riesgo extremadamente alto de extinción a medio plazo; vulnerable (VU)  cuando existe un riesgo alto de extinción a medio plazo; casi amenazado (NT) sin peligro aunque con una amenaza potencial cercana; preocupación menor (LC) sin peligro aunque con una cierta preocupación por su conservación; datos insuficientes (DD) la información es incompleta para poder hacer una evaluación; no evaluado (NE) cuando no ha sido clasificado aún.

Hasta la actualidad se han evaluado más de 65.000 especies, de las cuales más de 20.000 se encuentran clasificadas en peligro crítico (CR), en peligro (EN) o vulnerables (VU), y este número aumenta cada año de manera alarmante. Con los datos obtenidos en esas tres categorías de amenazas, se elaboran los llamados libros rojos, que difieren por tanto de la lista roja en que sólo recogen aquellas especies que se encuentran amenazadas. Así, en cada libro rojo se establece para cada especie una ficha roja, que contiene información detallada acerca de su distribución, la tendencia de las poblaciones, la ecología, las amenazas y por último las medidas de conservación que están en marcha, tanto como las propuestas a futuro.

En España existen varios libros rojos publicados, para aves, anfibios y reptiles, mamíferos, etc. (todos ellos pueden ser consultados en la Web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente), los cuales recogen algunas de las especies en peligro de extinción en nuestro país, como son la tortuga mediterránea (Testudo hermanni),  el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), el oso pardo (Ursus arctos), el lince ibérico (Lynx pardinus) o la ballena franca (Eubalaena glacialis) entre muchos otros, así como sus principales amenazas y las acciones de conservación a tomar para evitar su inminente extinción.

Foto de RinkoWeb

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