La energía geotérmica es quizás una de las energías renovables más desconocidas en España. Sin embargo, en algunos países como Suecia, Finlandia, Holanda o Alemania es una forma de obtención de energía muy utilizada desde hace años.

En líneas generales, la energía geotérmica se basa en el aprovechamiento del calor interno procedente de la Tierra, pues a medida que profundizamos en el subsuelo la temperatura aumenta, lo que se conoce como gradiente térmico, y permite que exista un flujo de calor desde el interior de la Tierra hasta el exterior. Lo más habitual es que los gradientes térmicos sean de aproximadamente 3 °C cada 100 metros, lo que implica que a 2-3km de profundidad encontraremos temperaturas de entre 60 y 90 °C, sin embargo en ciertas zonas ese gradiente aumenta notablemente, pudiendo encontrar a esa misma profundidad valores de 200-300 °C. Así, podemos encontrar energía geotérmica de baja y de alta temperatura.

Energía geotérmica, la gran olvidada

¿Cómo obtenemos energía del gradiente térmico de la Tierra?

El primer paso para que esa energía pueda ser aprovechada es trasladar ese calor desde las profundidades del subsuelo hasta el exterior, para lo cual se suele inyectar un fluido que actúa como transmisor de dicha energía. Una vez en la superficie, y en función del nivel térmico, se podrá emplear esa energía para distintos usos, así la energía de alta temperatura (100-150 °C) se aprovecha para producir energía eléctrica. Sin embargo, la de baja temperatura (menos de 100°C) se aprovecha para usar directamente el calor mediante bombas de calor geotérmicas, que permiten ceder o extraer calor de la Tierra para así calentar o refrigerar una vivienda e incluso obtener agua caliente, gracias a un conjunto de colectores enterrados en el suelo por los que circula una mezcla de agua con glicol.

Usos de la energía geotérmica

Por lo tanto, la climatización geotérmica de viviendas es uno de los principales usos de esta energía, contribuyendo con la arquitectura sostenible y siendo muy común en países como Islandia, líderes en el uso de esta tecnología ya que más del 90% de las viviendas se calientan gracias a la utilización de este recurso. Además, el uso de esta energía renovable presenta ciertas ventajas medioambientales como la reducción de emisiones de C02 y de otros compuestos como NO y SO2, o la ausencia de combustión, además de la no dependencia de las condiciones atmosféricas como si ocurre en otras energías renovables tales como la eólica o la solar.

Foto de Claudio Alvarado Solari

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