Aunque poca gente lo sepa, la cocina solar es un recurso que ayuda a familias rurales de todo el mundo, ya que les acerca la posibilidad de cocinar alimentos en sitios donde los servicios escasean o incluso existen necesidades básicas insatisfechas. Además, se trata de una opción totalmente ecológica.
De esta manera, la cocina solar no solamente resulta básica para el cuidado del medio ambiente, sino que además permite una mejor calidad de vida en zonas y comunidades en diferentes regiones del mundo con escasos recursos económicos o con infraestructuras precarias.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, la cocina tradicional provoca un número superior al millón y medio de muertes prematuras año tras año, sobretodo en mujeres y niños. Al mismo tiempo, incrementa la contaminación en las viviendas y agudiza fuertes problemas medioambientales como la deforestación, la erosión y las inundaciones en zonas proclives a este tipo de problemáticas, debido a las emanaciones producidas.
Por otro lado, la combinación de distintas tecnologías (muchas de ellas muy simples) que aúnan la energía solar y la eficiencia energética, entre las que se ubica la cocina solar, acerca a las poblaciones sin recursos elementos claves para la vida y permiten detener el círculo ambientalmente negativo que suele caracterizar a estas zonas del planeta.
Grandes ventajas ambientales
Según establecen distintos especialistas, el uso de ollas solares y cocinas ecológicas significa una reducción del 85% en el empleo de combustibles fósiles. Sin embargo, aún se requiere avanzar en estas tecnologías para lograr una mayor difusión y popularización.
Las limitaciones aún son importantes, ya que por ejemplo las cocinas solares no funcionan por la noche o en los días nublados. A esto se suma una cuestión cultural, ya que las familias urbanas no están acostumbradas a emplear este tipo de artefactos en su actividad diaria.
Funcionamiento y futuro
Básicamente, la cocina solar del tipo caja (una de las más utilizadas) funciona mediante el calor que se almacena en un espacio cerrado (el recipiente empleado) en el cual incide el sol a través de un material transparente como el cristal o el plástico, que absorbe la energía solar y la acumula.
La gran revolución de la cocina solar, un método completamente ecológico, podría concretarse si se desarrollan tecnologías capaces de almacenar la energía en los artefactos para poder cocinar en los momentos de ausencia de luz solar directa, o sea en horas de la noche o en días nublados. Sería, sin duda, un gran avance para la salud del planeta, sin reducir a la vez el confort y la calidad de vida que ya se ha conseguido.
Foto del artículo «Cocina solar» en la Wikipedia