El concepto de huella ecológica se ha extendido en los últimos tiempos para definir el impacto que provoca el consumo que hacen los seres vivos de los recursos del planeta. Todos los seres vivos del planeta demandan alimentos y agua para vivir. En el caso del hombre, el consumo se corresponde con su estilo de vida, el cual ha tomado un ritmo alocado y completamente insostenible desde hace varias décadas.
El consumo de los recursos supone una reducción de los bosques, las praderas, desiertos y la calidad de los mares del mundo. Esta es una de las razones por las que muchos especialistas a nivel mundial se están dedicando a generar un cambio en la educación de los seres humanos respecto a los hábitos de consumo, para favorecer la conservación del medio ambiente y la igualdad social.
Los puntos en consideración para tener un consumo responsable durante nuestra estadía en el planeta son:
- Pensar el impacto que generará el producto que compramos, según el punto de vista del ciclo vital.
- Elegir dentro de lo posible a empresas, productos y servicios que respeten el medio ambiente y tengan una visión sostenible de su producción. Esto incluye múltiples aspectos, no solamente en cuanto a la preservación de la naturaleza, sino también relacionados con los derechos humanos y el respeto a las condiciones de vida de trabajadores, pobladores de zonas productivas, etc.
- Los especialistas indican que el consumo no es neutral, y que es el modo de consumir el cual define el tipo de sociedad en que nos desarrollamos. Por eso, subrayan que la concientización sobre el consumo ético, responsable y solidario es vital para favorecer un cambio.
El desafío
La huella ecológica es un concepto que se define como «el área de territorio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población dada, con un modo de vida específico de forma indefinida».
El objetivo principal es medir el impacto de los diversos modos de vida existentes sobre el planeta. La huella ecológica se evidencia mucho más en las grandes metrópolis. Según estudios de profesionales del sector, las ciudades ricas consumen más del 60% del producto económico mundial, y generan un 60% del total de los desechos.
De hecho, si los 6.500 millones de habitantes del planeta consumieran al mismo ritmo que en los países desarrollados de Occidente, harían falta 3,5 planetas como la Tierra para satisfacer todas las necesidades. Este modelo de alto consumo y poca conciencia es altamente insostenible para el planeta. La apuesta al cambio de una mente consumista a una mente ecológica es el desafío… Planeta tierra, manos a la obra.
Foto de Concurso 350.org – Autora conocer hombres britanicos
Buenas tardes, me interesa saber en donde se puede encontrar la materia prima y fabricar las bolsas biodegradables en Venezuela.