“No hay mal que por bien no venga” reza un famoso dicho castellano que se puede aplicar perfectamente a la crisis económica y el medio ambiente. Contar con menos dinero ha hecho que muchas personas se replanteen la dinámica de consumo desenfrenado que era la reinante en la sociedad hasta unos años. Actualmente las familias son más conscientes del gasto e intentan aprovechar al máximo los recursos con los que cuentan.

Tiendas de segunda mano, opción ecológica y sostenible

Una de las consecuencias de este cambio es que la cultura de aprovechamiento de los objetos tan instaurada en otros países de Europa está empezando a calar en nuestro país. Si hasta hace poco el comprar artículos usados estaba sólo reservado para personas con muy pocos recursos, hoy en día son cada vez las personas que optan por adquirir de segunda mano alguna de las cosas que necesitan o vender aquellos objetos que ya no necesitan en lugar de que éstos acaben directamente en el vertedero.

Gracias a este cambio en la mentalidad de la sociedad, en muchas ciudades están apareciendo nuevas tiendas de compra-venta de artículos usados. Estos nuevos establecimientos poco tienen que ver con las antiguas casas de empeño. La gran mayoría de estos comercios están especializados en un sector en concreto y ayudan a los clientes a vender aquello que no necesitan o comprar lo que buscaban a un buen precio.

Las tiendas de segunda mano no sólo son una manera más económica de adquirir ropa, electrodomésticos o cultura si no que además fomenta un consumo sostenible. Al reutilizar todos estos artículos se contribuye a reducir el gasto de materias primas y energía al tiempo que se realiza un mejor aprovechamiento de los recursos. Además, este tipo de comercio es una de las formas más efectivas de combatir la obsolescencia programada que imponen las grandes empresas.

Foto de Jorge Bastida

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