Stephen Salter, un renombrado especialista de la Universidad de Edimburgo, ha sugerido el desarrollo de torres destinadas a «blanquear» las nubes en las Islas Feroe, como una solución técnicamente eficaz para el calentamiento en el Ártico. Según distintos investigadores británicos, de existir una liberación importante de metano generada por el derretimiento del hielo ártico se estaría frente a una emergencia global.

Nubes artificiales contra los efectos del calentamiento en el Ártico

En un principio, el académico de la Universidad de Edimburgo había propuesto emplear buques construidos especialmente para blanquear las nubes en la zona, pero ahora Salter cree que ya es demasiado tarde para esto. En el marco de una reunión en el Parlamento británico, organizada por el Grupo de Emergencia del Metano en el Ártico, el especialista indicó que la situación en el Ártico es muy grave como para esperar la construcción de los barcos.

Ahora se trabajaría directamente en las Islas Feroe y las islas del estrecho de Bering construyendo las torres, que básicamente serían versiones más sencillas de los buques. ¿Cómo funcionarían? En verano, el agua de mar sería bombeada hasta el extremo superior mediante dispositivos que funcionarán con energía renovable.

El agua saldría posteriormente a través de unos pequeños orificios, en forma de diminutas gotas. Esas finas gotas de agua de mar funcionarían como núcleos alrededor de los cuales el vapor de agua se condensaría, de acuerdo a la metodología desarrollada por los especialistas británicos.

Un problema que recrudece

De esta forma, las gotas de las nubes serían más pequeñas, logrando que las mismas se vean más blancas. Gracias a esto, devolverían la energía solar hacia el espacio, enfriando al planeta. La solución podría permitir detener el peligroso proceso de derretimiento en el Ártico.

La realidad es que el área del Océano Ártico que se mantiene cubierta de hielo cada verano ha disminuido notablemente en las últimas décadas, debido a que las temperaturas del aire y del mar se han incrementado peligrosamente. Según un análisis realizado por la Universidad de Washington, en Seattle, es probable que en unos pocos años existan largos períodos sin hielo en el Ártico, incluso durante el mes de septiembre.

Uno de los principales inconvenientes es que la ausencia de hielo puede acelerar la liberación del metano que se encuentra oculto en el fondo del mar, sobretodo en aguas poco profundas de la costa norte de Siberia, Canadá y Alaska, entre otras zonas. El metano es un gas de efecto invernadero con mayor potencia que el dióxido de carbono, aunque su permanencia en la atmósfera es menor.

Foto de Juan-Vidal Díaz

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