Cada año terminan en la basura más de 1.300 millones de toneladas de alimentos en todo el mundo. Así lo asegura un informe de la FAO, que estima además que más de 60 millones de personas podrían alimentarse con tan sólo la comida que se desperdicia cada día en el Reino Unido. Ante estas cifras, que ponen de manifiesto la urgente necesidad de racionalizar el consumo de alimentos tanto a nivel colectivo como individual, existen pequeñas costumbres que pueden contribuir a reducir de manera notable la cantidad de alimentos que desperdiciamos en nuestro hogar.
La Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados acaba de elaborar una guía con una serie de recomendaciones que pueden reducir nuestro desperdicio de alimentos en hasta un 70%.
Los 5 principales consejos para no desperdiciar alimentos
Por obvia que pueda parecer, la primera y más importante de las recomendaciones es elaborar adecuadamente nuestra lista de la compra. Este sencillo hábito, con el que se estima que podemos reducir nuestro consumo en un 10%, implica no evitar comprar más cantidad de la que vamos a consumir, sino además comparar formatos y evitar aquellas promociones que no vayamos consumir en un plazo razonable de tiempo.
En lo relativo a productos frescos, que suponen hasta el 40% de los productos que desperdiciamos, se recomienda evitar envases y apostar por la compra a granel, ya que además de reducir envases, nos permite adecuar nuestra compra a la cantidad que vayamos a consumir.
En el caso de productos congelados, se aconseja congelar los alimentos separados siempre por familias y en su envase original.
Si se trata de carnes o pescados frescos, deberemos guardarlos dentro de la barqueta, ya que así no sólo evitaremos la mezcla de olores y sabores, sino que alargaremos su vida.
De hecho, el orden de nuestra nevera es una de las claves para evitar que nuestros alimentos se nos echen a perder, ya que colocando más a mano los productos perecederos evitaremos más fácilmente que se estropeen olvidados en el fondo de la nevera. Tanto es así que se calcula que aquellas familias que planifican correctamente su alimentación semanal consiguen un ahorro superior a los 400 euros anuales.
Foto de Milton Jung