En el océano Pacífico, frente a la costa de California, existe una inmensa acumulación de varios millones de toneladas de plásticos, cuya extensión es tal que se conoce como el séptimo continente. Su tamaño podría superar varias veces el de la Península Ibérica.
Los animales que viven en el fondo marino han tenido que adaptarse a las peculiares condiciones que se dan a esas profundidades, entre ellas a la completa oscuridad. Una de las adaptaciones más asombrosas que podemos encontrar es la capacidad de emitir luz, llamada bioluminiscencia, que poseen algunos organismos. ¡ Existen auténticos animales fluorescentes en nuestros océanos!
El océano, su vida marina, su flora y fauna resultan de gran importancia para todo el planeta y en especial para la cadena alimenticia. Pero existen muchos factores que inciden en la pérdida de este recurso tan importante, en este caso abordamos la cuestión de las praderas oceánicas.
El Fondo Mundial de Vigilancia de los Arrecifes Coralinos advierte en un informe presentado en Poznan (Polonia) que en los últimos años un quinto de los corales del mundo ha desaparecido y el resto lo podría hacer en 20 a 40 años sino se revierte el cambio climático en el planeta. Lo efectos de la desaparición de estos bosques submarinos podría ser devastador para muchas especies y afectar a más de 500 millones de personas que viven directa o indirectamente de ellos.