En el marco de la II Conferencia Científica Abierta del Programa Internacional de Ciencias de la Biodiversidad (DIVERSITAS), desarrollada entre el 13 y el 16 de octubre pasados en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), los especialistas más importantes del mundo en biodiversidad concluyeron que la pérdida de especies sigue sin detenerse, y que incluso ha aumentado en algunos casos.
De esta manera, mientras el planeta Tierra experimenta la sexta mayor extinción de especies de su historia, gracias a la contaminación, la tala, la sobreexplotación, el consumo exacerbado y los cambios en el uso de la tierra, los expertos no advierten una modificación en el comportamiento de los gobiernos.
La crisis de extinción de especies no ha podido así detenerse, a pesar de los 17 años de esfuerzos a nivel internacional que se han llevado a cabo desde la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en Río de Janeiro. Justamente, en 2003 los ministros de 123 países se plantearon reducir el ritmo de pérdida de biodiversidad para 2010. Sin embargo, los expertos reunidos en Sudáfrica concluyeron en que este objetivo no se cumplirá en 2010.
Las estimaciones indican que año tras año desaparecen del planeta 12.000 especies, e incluso a un ritmo creciente. Y vale destacar que la diversidad biológica no significa contar con animales o plantas extrañas en algunos puntos del planeta, sino que marca la riqueza de la vida sobre la Tierra, mediante ecosistemas que resultan vitales para la regulación del clima y del ciclo de los alimentos, además de mantener la pureza del agua y el aire.
Mayor peligro en los ecosistemas acuáticos
Según las declaraciones de algunos de los científicos que participaron de este evento, puede detectarse que las especies que viven en lagos y ríos desaparecen entre cuatro y seis veces más rápido que aquellas que residen en otros ecosistemas del planeta. Esto marca un grado mayor de riesgo en los ambientes acuáticos.
Existirían evidencias científicas que marcarían que el planeta se encuentra al borde de una importante crisis de biodiversidad en ríos y lagos. Algunos ejemplos son más que claros: en todo el mundo, las 25 especies de esturiones y todas las de delfines de río ya se han extinguido o se encuentran seriamente amenazadas, quedando solamente algunas especies no autóctonas en ríos de gran magnitud.
El ritmo de las extinciones se acelera peligrosamente, sobretodo en áreas del mar Mediterráneo, América Central, China y Asia sudoriental. Como contrapartida, los científicos no observan que exista el conocimiento necesario sobre estas cuestiones en los políticos, ni, por supuesto, el desarrollo de medidas concretas que puedan detener esta realidad por parte de los entes encargados.
Foto de Keven Law en Flickr