El avión es uno de los medios de transporte que más contamina y el que, por el momento, no dispone de combustibles ecológicos alternativos que reduzcan el grave impacto ambiental que generan las aeronaves. Argentina quiere ser pionera en este ámbito y ha dado un primer paso con la firma de un convenio de cooperación entre entidades públicas y privadas para  el desarrollo de biocombustible aeronáutico.

El biocombustible aeronáutico está un poco más cerca

Esta alianza surge para crear un equipo de trabajo eficaz que promueva el análisis y el desarrollo de un proyecto de biocombustible aeronáutico que se sustente en la viabilidad económica, la refinación y la producción sostenible de materias primas.

Este acuerdo estratégico está suscrito por Aerolíneas Argentinas, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), la Administración Nacional de Aviación Civil,  la Subsecretaría de Transporte Aerocomercial y la Subsecretaría de Promoción de Desarrollo Sustentable de la Nación, la Dirección de Tecnología de YPF y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Beneficios de la bioenergía

Según han informado los firmantes, el proceso de generación y obtención de la materia prima hará participe a pequeños y medianos productores de todo el país, generando círculos honestos de conexión en toda la cadena de suministros del producto final.

El convenio también confirma que las partes desarrollan actividades cuya interrelación garantiza el suministro de fuentes y servicios sostenibles, equitativos y asequibles de bioenergía. Además, los integrantes de este proyecto coinciden en afirmar que el uso de la bionergía reduce la pobreza, minimiza los efectos del cambio climático y contribuye al equilibrio medioambiental en el país.

La investigación está en marcha. De hecho, el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), uno de los organismos suscriptores del convenio, ya ha comenzado a trabajar en la materia y dispone de estudios en los que se analizan las posibilidades agroclimáticas de diversas especies que son generadoras de aceites o de biocombustibles potencialmente utilizables en la aeronavegación.

Para el Presidente de la compañía  aérea, Mariano Recalde, este proyecto es un desafío que se asume en colectivo para poder empezar a utilizar combustibles alternativos que se puedan cargar pronto en los aviones.

Foto de Paul J Everett

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