Se trata de una especie de plantas prehistóricas que existen en el planeta desde hace 200 millones de años. México ocupa el segundo lugar en cuanto a diversidad de esta especie, que se encuentra al borde de la extinción debido a la extracción ilegal por parte del hombre. Sin embargo, un programa del Instituto de Ecología (INECOL) de México ha avanzado en la descripción del perfil genético de las 52 especies que pueden hallarse en ese país, una medida que podría favorecer su recuperación.
¿Por qué estas ancestrales plantas son víctimas de la depredación humana? Fundamentalmente, porque existe un gran movimiento coleccionista a escala internacional, ya que esta especie es considerada una de las más seductoras e imponentes del ámbito vegetal.
Sin embargo, aún no se puede decretar un final para las cícadas, gracias a la acción de distintas organizaciones y entes ecologistas. Tanto es así que la Red de Biología Evolutiva del INECOL ha avanzado en la descripción del perfil genético de las 52 especies mexicanas de cícadas, lo que se convierte en una información vital para garantizar su conservación.
Una forma de combatir el tráfico ilegal
A partir de estos datos genéticos se obtendrán más elementos para reconocer la procedencia de las plantas, decomisadas en aduanas. La identificación molecular de estas plantas permitirá evitar todo el circuito de tráfico ilegal, una de las principales causas de su actual estado.
Asimismo, la labor de la Red de Biología Evolutiva del Instituto de Ecología de México, junto a la Comisión Nacional Para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, incluye, además, la descripción del perfil genético de distintas especies vulnerables en el país, no solamente con relación a las cícadas. De esta manera, los expertos identifican el ADN de diferentes organismos y avanzan en la comprensión de sus características, pensando en nuevas formas de conservación.
Analizando las consecuencias locales del calentamiento global
El reconocimiento de la historia familiar de cada variedad vegetal o animal, sus fortalezas y debilidades en el orden biológico, así como también los lugares más adecuados para su reproducción son algunos de los puntos que se estudian desde el Instituto de Ecología de México.
Estas medidas permitirán proteger, entre otros casos, a las 36 especies de bambú que pueden hallarse en México. Asimismo, un mayor conocimiento sobre los genes de las especies amenazadas facilitará el desarrollo de prospecciones sobre las consecuencias del calentamiento global en los distintos ecosistemas globales.
Foto de Stan Shebs