La contaminación en China está llegando a niveles intolerables. Tanto, que las autoridades han cerrado temporalmente 103 empresas altamente contaminantes y han retirado de la circulación el 30% de los vehículos oficiales para hacer frente a los graves índices de contaminación que tiene el país.
El gobierno municipal de Pekín está manteniendo reuniones urgentes a lo largo de esta semana para intentar controlar los altos índices de contaminación y ha ordenado a todos los condados, departamentos, negocios e instituciones que suspendan el servicio del 30 por ciento de los vehículos oficiales. Y esta no es la única iniciativa: las autoridades de Pekín han cerrado 103 negocios altamente contaminantes, eso sí, lo están haciendo sólo de forma temporal como medidas de emergencia para afrontar un problema que se ha convertido en uno de los más graves del país.
Previamente, el ejecutivo ya había anunciado que durante este año retiraría alrededor de 180.000 vehículos antiguos de las carreteras de Pekín y que controlará el excesivo crecimiento de las ventas de coches en la ciudad.
Desde hace dos semanas, la contaminación del aire en Pekín se sitúa en un nivel 517, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un nivel no superior a 20 para cada día y los niveles por encima de 300 ya se consideran peligrosos. A principios del mes de enero, la contaminación superó entre 30 y 45 veces los niveles de seguridad recomendados y la ciudad estuvo cubierta por una espesa nube de humo, lo que obligó a los ciudadanos a permanecer en el interior de sus viviendas.
Según anunció Greenpeace, en 2012 murieron en China 8.500 personas por factores asociados a la alta contaminación. Por desgracia, este país se ha convertido en el más contaminante del mundo, por encima de EEUU y Europa.
Foto de Karl Heubaum