Una vida sostenible no se entiende sin una vivienda que también lo sea. En este sentido, la bioconstrucción es un modelo que entiende la edificación utilizando la vida completa de los materiales naturales. Construir genera un gran impacto ambiental que la bioconstrucción minimiza en la medida que adapta la vivienda a los usos humanos teniendo en cuenta criterios de sostenibilidad que no agoten los recursos del planeta.
Los materiales que se utilizan en la bioconstrucción
- Elementos agrícolas como la paja, la lana, el bambú o el cáñamo. Estos elementos facilitan que se renueve el aire y, por supuesto, contribuyen a regular la humedad.
- La madera es otro material clásico. Por sus características, también regula la humedad y equilibra la temperatura, además de absorber el dióxido de carbono sobrante. Eso sí, para un uso apropiado de la madera es conveniente asegurarse de que se obtenga en explotaciones que posean sostenibilidad acreditada y así evitar la tala indiscriminada de árboles.
- La piedra es otro elemento a tener en cuenta. Además de su valor estético, es sólida y es un gran aislante térmico. Por otro lado, este material puede sufrir modificaciones sobre la marcha y apenas exige mantenimiento.
- El barro es un elemento reutilizable que se lleva usando para vivienda durante muchos años, en muchas partes del mundo. No contamina, no genera escombros, aísla las radiaciones magnéticas y es un extraordinario aislante térmico. Además, mantiene la humedad relativa al interior de la vivienda. Esta característica consigue reducir el polvo en el aire y contribuye a la eliminación de bacterias y virus.
El agua y los residuos en la construcción ecológica
Al hablar de construcción ecológica es indispensable tener en cuenta la relevancia del agua. En lo relativo al consumo humano, la bioconstrucción propone incorporar aplicaciones o dispositivos que disminuyan el caudal en los grifos, además de tener en cuenta otros hábitos cotidianos como cerrar el grifo durante el cepillado de dientes, elegir ducharse en lugar de bañarse, o utilizar la lavadora en su carga completa. Consumir racionalmente el agua es un paso indispensable pero recuperarla y aprovecharla para otros usos también es fundamental.
La práctica cotidiana y exhaustiva del reciclaje es imprescindible para llevar adelante una vida sostenible en una casa ecológica. Separar vidrios, papeles y plásticos para llevarlos a sus contenedores específicos es tarea obligada y si la casa tiene jardín es la situación idónea para acumular los residuos orgánicos y hacer compost.
Foto de Toni Marín