Los diferentes envases empleados en el consumo de bebidas pueden llegar a contaminar seriamente el medio ambiente si no son convenientemente eliminados o reciclados. Por consiguiente, aplicar métodos de reciclaje es una interesante opción para hacer un aporte a la ecología desde nuestro hogar.
Los envases tipo tetrabrick y otras variedades similares acumulan más de 100 millones de litros diarios de bebidas en el continente europeo. Esta nueva demostración del insensato ritmo de consumo actual, se traduce en la producción de 36.000 millones de envases para bebidas por año en toda Europa.
¿En qué perjudican estos envases?
La composición de estos cartones de bebidas no es para nada amigable con el medio ambiente. Están compuestos en alrededor de un 78% por papel, mientras que el resto es aluminio, plástico y polietileno. En consecuencia, se trata de desechos que pueden perjudicar al medio ambiente al no ser fácilmente biodegradables.
Lógicamente, aplicar criterios de reciclaje puede llegar a ser muy interesante en este punto. Vale recordar que de acuerdo a la producción indicada de envases de cartón se están consumiendo por este motivo alrededor de un millón de toneladas de pasta de papel por año. Desde otro punto de vista, la fabricación de todos estos envases requiere de 2,7 millones de árboles con un diámetro de entre 40 y 50 centímetros por año.
Animarse a reciclar
De la totalidad de la producción de envases de cartón para bebidas se recicla solamente en España alrededor de un 30%. El principal problema radica en que gran parte de la población cree que al tratarse de polilaminados no es posible su reciclaje. Sin embargo, más del 20% de la composición de estos cartones incluye materiales no renovables (aluminio y plástico), una característica que aumenta aún más la necesidad de incrementar el reciclaje de estos envases.
Aunque la mayor parte de estos envases terminan en las incineradoras de residuos, el camino del reciclaje es mucho más ecológico y es posible. Es que si están convenientemente compactados y lavados, los cartones pueden acumularse en la cocina ocupando un escaso lugar, ayudando además su poco peso, sin que tampoco se registren olores desagradables. Al poder acumularse, pueden llevarse al contenedor de envases con una mayor periodicidad, por ejemplo una vez al mes.
El destino de los envases puede ser realmente muy interesante, ya que en la actualidad es posible recuperar el papel, obtener el aluminio y también volver a utilizar el polietileno y el plástico. En el caso de estos dos últimos materiales, se emplean en la industria del cemento para desarrollar energía. Las fibras que se obtienen sirven, por ejempl,o para crear hueveras, papel de cocina o bolsas de compra, entre otros productos.
Foto de Karl Baron en Flickr