La comida bio gana protagonismo en supermercados y restaurantes. Esta alimentación que descarta el uso de pesticidas y otras sustancias dañinas para nuestra salud tiene cada vez más demanda, aunque su precio refleja su calidad y se hace notar en el bolsillo. ¿Es realmente un buen negocio? ¿La tendencia ecológica ha venido para quedarse?
Comemos lo que nuestro paladar nos exige, sin reflexionar sobre el tipo de alimento que estamos comprando. Lo cierto es que no siempre somos conscientes de lo que realmente comemos, y en la actualidad ha saltado a los medios el hecho de que un nugget de pollo no sólo sea carne sino también huesos triturados, nervios, cartílago, grasa, venas, vísceras… Una mala noticia para los adictos a este alimento.
Conseguir el sello bio
Lo bueno de un alimento bio es que para lograr su sello deberá respetar al máximo unas normas determinadas, y el Consejo Regulador de la Agricultura Biológica comprobará que las están cumpliendo. ¿Los beneficios para el planeta? Esta comida respeta el medio ambiente, evita la contaminación y rechaza el uso de pesticidas. Podemos estar tranquilos de que no añadirán aditivos a nuestra comida.
¡Ojo!
Hay que tener mucho cuidado con la palabra ‘bio’, sin embargo, porque muchos productos utilizan esta palabra para especificar, simplemente, que el alimento tiene bífidus. No significa que este producto en concreto haya llegado al mercado a través de la agricultura ecológica.
Para elegir
¿Qué tipo de alimentos bio podrás encontrar en el mercado? Un poco de todo. Frutas, hortalizas, legumbres, aceites, cereales, pasta y bebidas son sólo algunos ejemplos. La cocina ecológica ha llegado para mejorar nuestra salud, para hacernos más conscientes de lo que comemos y para mimarnos a nosotros y al planeta con alimentos como las algas, cuyos beneficios no dejan de sorprendernos.
FUENTES: Alimentación Sana, Vida y Estilo, Comida Biológica.
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