Recientemente la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) ha presentado su estudio «Pobreza energética en España». Este concepto, muy desconocido, que está popularizando esta asociación, es muy importante en el contexto ambiental, social y económico actual.
Brenda Boardman fue la precursora de definir pobreza energética en el Reino Unido a principios de la década de 1990. El concepto inicial era tan simple y tan complejo como “incapacidad [para un hogar] de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energía por el 10% de la renta disponible”. Este concepto se ha ampliado a la capacidad del mantenimiento de la temperatura en el hogar entre 18 y 21ºC.
Sin embargo, no sólo se debe considerar dentro de las necesidades energéticas la calefacción de la vivienda si no que cabría incluir el aire acondicionado, los electrodomésticos, el agua caliente…
El estar en situación de pobreza energética está influido por diversos factores como:
- La eficiencia energética de la vivienda y electrodomésticos: las características constructivas de los edificios influyen de manera directa en la cantidad de energía que pueden perder y por tanto en la necesidad de utilizar una mayor cantidad de energía. En España se ha construido mucho pero con materiales de baja calidad y sin tener en cuenta la eficiencia energética.
- El coste de la energía: La energía eléctrica cada vez es más costosa y en un escenario de crisis como el actual se hace de especial relevancia para los hogares.
- Renta familiar: la capacidad de disponer de salario suficiente para cubrir los costes de la energía.
Las consecuencias de la pobreza energética son diversas:
- Sobre la salud física: especialmente ancianos y bebés. Los primeros pueden sufrir enfermedades pulmonares que pueden ser causa de muerte prematura y los bebés se desarrollan mejor a una temperatura adecuada.
- Sobre la salud mental: las dificultades en el pago de la factura energética puede ocasionar estrés y tensión mental.
- Sobre las emisiones: en un escenario de eficiencia energética perfecta las emisiones se reducirían ante las menores necesidades energéticas.
En España un 12% de los hogares gastan más del 10% de su sueldo en energía. Los más afectados los jubilados, desempleados y personas sin ingresos. Una de las soluciones a esta situación es la rehabilitación energética de los edificios.
Según Georgios Tragopoulos, Técnico de Eficiencia Energética de WWF España: «La rehabilitación energética de los edificios supone una oportunidad para salir de la crisis. Al disminuir el consumo de energía, es posible ahorrar en importaciones de combustibles fósiles y minimizar las emisiones de CO2, contribuyendo así a frenar la crisis climática. Además, fomenta la creación de empleos de calidad, ya que la rehabilitación energética de 3,3 millones de viviendas en España hasta 2020 crearía 150.000 empleos locales sostenibles a largo plazo».