Si nos guiamos por los fríos números, tenemos que decir que la protección de la naturaleza importa poco en Europa. Según un estudio de la WWF, la Unión Europea destina, solamente, el 0,1% de su presupuesto total a la conservación del patrimonio natural europeo.
De acuerdo al análisis de WWF, lógicamente, la financiación actual no asegura la protección adecuada de los bienes naturales de todos los europeos. Esta organización ha indicado, por otro lado, que resulta urgente crear un fondo destinado exclusivamente a la biodiversidad.
El informe de WWF deja claro que deben garantizarse para hacer efetivo ese propósito recursos que provengan de otros fondos continentales. Asimismo, también resaltó la necesidad de dejar de invertir dinero en prácticas contrarias al desarrollo sostenible, como sucede en la cuestión de la agricultura con cultivos que degradan los suelos.
No son prioridad
Los datos y las conclusiones se obtuvieron tras analizar el presupuesto estimado de la UE para el período 2007-2013, en donde queda claro que la conservación de las especies, la biodiversidad y el desarrollo sostenido no forman parte de las prioridades del continente.
Por el momento, el fondo LIFE+, que aporta 120 millones de euros al año, representa el principal esfuerzo de la Unión Europea en el campo de la biodiversidad y la protección de la naturaleza. Justamente, esa cifra corresponde a menos del 0,1% de la totalidad del presupuesto europeo.
Inversiones más que necesarias
Otra de las opciones que había planteado en su momento la UE, que consistía en recibir fondos de otros sectores a través de la denominada “opción de integración”, no ha surtido demasiado efecto, y ha llegado a provocar incluso que el presupuesto de 6.000 millones de euros anuales que requiere la Red Natura 2000 nunca se complete.
Lo que resulta más preocupante aún es que esas inversiones no sean justas o necesarias, sino imprescindibles. Tengamos en cuenta que el informe sobre el Estado de la Biodiversidad que la Comisión Europea desarrolló recientemente indicó que el 65% de los hábitats y el 52% de las especies no se encuentran en una situación óptima de conservación.
Mientras tanto, el presupuesto correspondiente a actividades contaminantes o que no aportan nada al desarrollo sostenible sigue en aumento año tras año. ¿Es verdad que queremos un mundo mejor, o solamente se trata de promesas huecas? ¿Será posible que algún día pasemos de las palabras a la acción en cuestiones ecológicas a nivel político y social?
Foto de Gary Radler en Flickr