La economía del bien común, una propuesta hacia la sostenibilidad

Cuando se habla de sistemas económicos, habitualmente la discusión se circunscribe a dos grandes modelos: el capitalismo, basado en la libertad de mercado, y el socialismo o esquemas similares centrados en la planificación estatal. Lo cierto es que existen otras propuestas que van por caminos alternativos, las cuales habitualmente no tienen demasiada prensa. Aquí vamos a referirnos a la «economía del bien común«, una nueva propuesta que considera a la sostenibilidad como uno de los pilares del desarrollo.

La economía del bien común, una propuesta hacia la sostenibilidad

En base a los preceptos fijados por Christian Felber en el libro «Nuevos valores para la economía» (Deuticke, 2008), la «economía del bien común» surgió como un sistema económico alternativo a las propuestas ya conocidas. Es así que sobre finales de 2011 más de 500 empresas de 13 países han apoyado el modelo, mientras que 200 empresas ya han comenzado a aplicar sus métodos.

Al mismo tiempo, ya se han fundado 31 centros de apoyo local en Austria, Alemania, Italia, Suiza, Liechtenstein, España, Argentina y Honduras. Se trata básicamente de un modelo económico que busca ser sostenible en el tiempo, ya que como se ha podido advertir tanto el capitalismo como el socialismo en sus estados puros han demostrado ser insostenibles en distintos contextos, tanto desde una perspectiva ambiental, social o propiamente económica.

La «economía del bien común» sostiene, por ejemplo, que el marco legal económico debe experimentar un giro radical, variando las reglas de juego actuales, sustentadas en el afán de lucro individual o corporativo y la competencia, por la cooperación y la contribución al bien común. De esta forma, las empresas que siguen estos preceptos de cooperación son recompensadas por el sistema, mientras que aquellas que mantienen un comportamiento competitivo deben afrontar sanciones o superar desventajas.

Ética, bien común y sostenibilidad

Se trata de una economía basada en un nuevo criterio ético, el bien común, o sea un modelo que gira alrededor de un círculo virtuoso que persigue el desarrollo integral de la comunidad. El propósito es el crecimiento de todos y no de algunos pocos, la cooperación entre los distintos actores individuales y no el “sálvese quien pueda”. El objetivo no es liquidar a la competencia, porque se comprende que el crecimiento de cada parte propiciará el desarrollo del conjunto.

Otro de los puntos a destacar de esta interesante propuesta, que realmente resulta superadora en varios aspectos con relación al sistema dominante actual, es que aquellas empresas y sectores de la economía que cuenten con un comportamiento más ligado al crecimiento social, al respeto ambiental, a las prácticas democráticas y a las actitudes solidarias serán las más exitosas. Es que los valores a resaltar no serán los beneficios financieros directos o la maximización de ganancias, sino los resultados del denominado «balance del bien común», el cual refleja la mayor contribución de las empresas al crecimiento social en general.

Sería fantástico ver aplicado en la práctica y a nivel masivo este sistema u otros con una inclinación similar, para que la economía se transforme de una vez por todas en una herramienta para el crecimiento integral de las sociedades y contemple a la sostenibilidad ambiental como uno de sus pilares.

Foto de Jumanji Solar – Fotografía ganadora de la segunda edición del Concurso Eolo 2010. «Sostenibilidad» por Iñaki Antoñana.

Comments

  1. jose angel torres martinez

    Muy interesante… yo pienso q todos tenemos la obligacion de hacer algo por nuestro mundo ese gran regalo q Dios nos a dado el cual somos participes de destruir. Tenemos q pensar ,opinar poner en practica y sobre todo darle seguimiento a todo esto para una vida mejor a la humanidad .

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